Todos los días, millones de personas de todo el mundo van y vuelven del trabajo de distintas maneras. Para algunos, solo es cuestión de salir por la puerta y subirse a un autobús o tren. Para otros, el proceso puede ser un poco más complejo y lento.
¿Qué pasaría si pudiéramos aprovechar al máximo los viajes al trabajo que hacemos cada día? ¿Si pudiéramos verlos como una oportunidad en lugar de una molestia?
Eso es precisamente lo que vamos a abordar en este artículo.
Ya sea en coche, en transporte público, en bicicleta o andando, hay muchas maneras de aprovechar al máximo las idas y venidas al trabajo.
Así que, ¡pongámonos a ello!
Si llevas tú el vehículo
Si llevas tú el volante (o el manillar), necesitas prestar atención a tu entorno y estar concentrado. Sin embargo, eso no significa que no haya formas de hacer el viaje más ameno.
Desconecta del trabajo
Muchos de nosotros vemos la ida y la vuelta de la oficina como una oportunidad para adelantar trabajo o lidiar con tareas pendientes. No obstante, esto suele implicar más estrés, no menos.
Si eres incapaz de desconectar, puede que te resulte útil establecer algunos límites.
Intenta tomarte un momento antes y después del viaje para poder hacer una transición fluida y entrar o salir del “modo trabajo”.
Esto puede ser tan simple como proponerse no revisar el correo hasta estar frente al ordenador en la mesa o no mirar nada relacionado con el trabajo de camino a casa (de todas maneras, no deberías hacerlo mientras conduces).
Disfruta de tu música preferida
A veces, una buena canción es todo lo que necesitas para cambiar el chip. Ten a mano tus temas de referencia para relajarte y disfrutar del viaje.
¿No sabes qué escuchar? Estas son algunas de nuestras canciones favoritas para empezar el día:
“Sarandonga” de Lolita
“Me Gustas Tú” de Manu Chao
“Dancing in the Moonlight” de King Harvest
“Feeling Good” de Nina Simone
“Me Colé en una Fiesta” de Mecano
“La Vida es un Carnaval” de Celia Cruz
Disfrutar de tus canciones favoritas es una forma fantástica de relajarse. Eso sí, no dejes que la música te haga poner el piloto automático y te impida prestar atención a todo lo que tienes a tu alrededor.
Escucha un podcast o audiolibro
Si lo que buscas es una forma alternativa de ser una persona productiva, prueba a escuchar un podcast o audiolibro durante el viaje: son una excelente manera de ponerse al día, de aprender algo nuevo o de entretenerse. Ficción, tecnología, humor… Hay de todo, así que puedes ir probándolos todos hasta que encuentres el que mejor se adapte a lo que buscas.
Coge aire por la nariz mientras cuentas mentalmente hasta cuatro y suéltalo lentamente por la boca.
Lo sabemos, no parece algo excesivamente útil. Sin embargo, respirar profundamente unas cuantas veces puede ayudar a reducir el estrés, a estar más presente y a mejorar la concentración.
Así que, la próxima vez que te notes en tensión, tómate unos segundos y céntrate en tu respiración. Te sorprenderá cómo algo tan sencillo te hace sentir tan bien.
Si vas en transporte público
Utilizar el transporte público es una buena forma de aprovechar al máximo los viajes al trabajo, pues es bueno para el medio ambiente y te permite moverte con más calma, ya que no tienes que concentrarte en tu entorno ni prestar excesiva atención a lo que pasa a tu alrededor.
Ponte al día con familiares y amigos
Solemos estar tan enfrascados en nuestro día a día que a menudo es difícil encontrar un momento para hablar con aquellas personas que más nos importan. Los viajes de ida y de vuelta a la oficina ofrecen la oportunidad perfecta.
Llama, envía mensajes o deja notas de voz: lo que más práctico os resulte a ti y a la persona con la que quieras hablar. Saber de alguien que te importa puede alegrarte el día y hacer que estos trayectos sean más entretenidos.
Lee un libro
Si te gusta leer, aprovecha el trayecto de ida y vuelta a la oficina para sacar un libro (en formato papel o electrónico) y sumergirte en la historia. Los libros de ficción son ideales para evadirse, o puedes optar por un libro de autoayuda o de una materia nueva sobre la que quieras aprender.
Tanto si lees por diversión como para ampliar conocimientos, no te dejes atrapar al 100 %: ¡es muy fácil pasarse de parada!
Aprende un idioma
Di adiós al “je ne parle pas français” o a cualquier otra socorrida frase en uno de los idiomas de tu lista de pendientes.
Existen infinidad de apps y materiales que te ayudarán a aprender nociones básicas de otros idiomas, y en el trayecto al trabajo tienes un ratito extra que puedes dedicar a intentarlo.
Puedes optar por la metodología de toda la vida y comprarte un manual del idioma que prefieras o probar una de las muchas apps y podcasts para aprender idiomas.
Solo con dedicar parte del trayecto a aprender otra lengua te sorprenderá lo rápido que le vas pillando el truco.
Disfruta de las vistas
¿Tienes la suerte de estar rodeado por un paisaje resultón? Dedica un momento a contemplar la belleza que te rodea, ya sean las tonalidades de las hojas en otoño o las flores de mil colores en primavera.
Y si tu trayecto atraviesa un bullicioso entorno urbano, deja que tu vista recorra todos y cada uno de los variados detalles que las ciudades ofrecen.
Da igual a dónde te dirijas: siempre hay algo interesante que observar a tu alrededor.
¿Cómo sueles moverte?
Según datos de Eurostat de 2019, la duración media de los trayectos de ida al trabajo en la Unión Europea es de 25 minutos. Eso es casi una hora de viaje al día y 250 horas al año.
La inversión de tiempo es considerable, pero no tiene por qué ser tiempo perdido. Con un poco de creatividad, conseguirás aprovechar al máximo los viajes al trabajo o a cualquier otro sitio y aumentar tu productividad, relajarte o incluso divertirte.
Y si lo que buscas es eficiencia, seguridad y comodidad, siempre puedes contar con Bolt. Con solo tocar un par de botones conseguirás que te lleven adonde quieras ir en un pispás.