Ciudades sin coches y lo que nos dicen sobre el futuro
25 may 2023
Imagina un mundo en el que los atascos no formen parte de las ciudades y las carreteras se sustituyan por carriles bici y espacios verdes. Por si aún no te has dado cuenta, esta evolución a ciudades sin coches ya está en marcha.
En un esfuerzo consciente por mejorar la calidad del aire, reducir drásticamente las emisiones y fomentar hábitos saludables como caminar e ir en bicicleta, los responsables municipales están implementando políticas que limitan el uso del coche o incluso lo prohíben por completo.
Sigue leyendo para averiguar qué ciudades ya han tomado medidas, los resultados obtenidos y cómo serán las ciudades del futuro en todo el mundo.
¿Qué es una ciudad sin coches?
Una ciudad sin coches es un centro urbano que da prioridad a los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público frente a los hechos en coches particulares.
El concepto es sencillo, pero existe una concepción errónea de que las ciudades sin coches prohíben por completo tener un coche en propiedad. Las políticas de las ciudades sin coches suelen implicar un uso reducido del automóvil o limitaciones en zonas concretas. Los residentes pueden seguir teniendo y conduciendo coches. Sin embargo, otras opciones como el transporte público, las bicicletas, los desplazamientos a pie y los viajes en vehículos compartidos se fomentan más activamente y son más accesibles.
Prohibir la circulación de coches en calles y barrios concretos puede mejorar la seguridad, reducir la contaminación atmosférica y acústica y promover métodos de transporte activos. A mayor escala, las ciudades sin coches ilustran un cambio cultural en el que reimaginamos cómo pueden ser las ciudades con menos coches en circulación.
Ciudades sin coches
Varias ciudades de todo el mundo han adoptado políticas sin coches que restringen o prohíben su uso. Estas son algunas de las que lideran la iniciativa y se consolidan como las mejores para vivir sin coche:
Gante (Bélgica)
Ámsterdam (Países Bajos)
Oslo (Noruega)
Hydra (Grecia)
Lamu (Kenia)
Zermatt (Suiza)
Fez el Bali (Marruecos)
Venecia (Italia)
Helsinki (Finlandia)
Por qué ciudades sin coches
La preocupación por el medio ambiente es el principal factor que impulsa a las ciudades a prescindir de los coches.
Aunque no cabe duda de que el medio ambiente se beneficia en términos de calidad del aire y emisiones, existen muchas otras ventajas.
Disminución de las emisiones
Los coches son responsables de una parte significativa de la huella de carbono en cada país. En la UE, ya solo el transporte por carretera es responsable de una quinta parte de las emisiones totales de CO₂. Por ese motivo, cuando los países buscan formas de cumplir con los compromisos de reducir las emisiones, los coches son un claro objetivo.
La circulación por la ciudad no es la única responsable de las emisiones derivadas del transporte por carretera. No obstante, la mayoría de los desplazamientos que allí se hacen no requieren del uso de un coche particular. Tiene sentido que los centros urbanos reduzcan estos viajes innecesarios y evitables, sobre todo cuando existen otros modos de transporte alternativos.
Aire más limpio
Al dispararse la cifra de población urbana (junto con el número de vehículos personales), el aumento de la contaminación atmosférica era un problema prácticamente inevitable. Hoy en día, el 99 % de la población mundial respira un aire que excede el límite legal de contaminación establecido por la Organización Mundial de la Salud. Y en las ciudades solo va a peor.
Depurar esta contaminación atmosférica y acústica sería un beneficio inherente a la reducción del uso de los coches en las ciudades. Eso es exactamente lo que ha sucedido en Londres: los esfuerzos del ayuntamiento para frenar el tráfico han provocado una reducción del 94 % en el número de residentes que viven en áreas con niveles ilegales de óxido de nitrógeno.
Reducción del número de accidentes de tráfico
Los accidentes de tráfico matan a miles de personas cada año en ciudades de toda Europa. Con menos coches en la carretera, es evidente que mejorará la seguridad pública y disminuirá el número de muertes que se podrían haber evitado. Esto ya ha ocurrido en ciudades “paseables”, como Oslo y Helsinki, donde las políticas de reducción del número de coches han conseguido que durante años no haya habido ni una sola muerte por accidente de tráfico.
Más espacio disponible en las calles
Un problema relacionado con los coches que a menudo se pasa por alto es el espacio que ocupan. A menudo hablamos de otros problemas como la contaminación, los accidentes de tráfico y los atascos, pero no hay que olvidar el espacio urbano que ocupan estos vehículos. En Manhattan, por ejemplo, las carreteras y los aparcamientos ocupan casi el 25 % del espacio urbano.
Reducir la cantidad de vehículos en propiedad puede aliviar rápidamente la escasez crónica de espacio que sufren tantas ciudades. Si devolviéramos a las ciudades aunque solo fuera un pequeño porcentaje del terreno dedicado actualmente a los coches, podría aumentar la superficie destinada a viviendas, zonas verdes y espacios más habitables.
Al eliminar de las calles los vehículos aparcados por doquier, las ciudades pueden usar el espacio extra generado para construir una infraestructura sólida para el transporte activo. Dado que el transporte sostenible está estrechamente ligado a los objetivos medioambientales, fomentar los desplazamientos a pie, en bicicleta y en patinete es bueno para nuestra salud y nuestro planeta.
Un futuro sin coches
Los proyectos piloto en Europa demuestran que las ciudades sin coches son posibles. A pesar de pequeñas reticencias iniciales basadas en la percepción de los límites de la libertad, las comunidades aceptaron con gusto las zonas sin coches una vez tuvieron tiempo de adaptarse.
Pasar de los coches particulares a métodos de transporte sostenibles ha generado múltiples beneficios, entre los que se incluyen:
La reducción de la contaminación atmosférica y acústica.
La disminución de las tasas de mortalidad prematura.
El aumento de espacios verdes.
El incremento de los niveles de movilidad activa.
La mejora general de la salud pública.
Los estudios demuestran que los ciudadanos suelen tener una actitud positiva en cuanto a las zonas sin coches. Tras haber visto cómo otras ciudades se hacían cargo de la titularidad de los coches, las zonas sin coches son un tema candente en estos momentos.
Cada vez hay más gente que quiere que su ciudad sea más peatonal y que incluya espacios verdes, rutas de transporte activo y opciones de movilidad que faciliten los desplazamientos sin coche. No es de extrañar que las ciudades que adoptan estas medidas encabecen el ranking de las mejores para vivir. No solo eso: también se suelen mencionar como mejores destinos turísticos.
Aunque cada vez son más los destinos que adoptan políticas sin coches, su aplicación no es nada sencilla. Las ciudades sin coches solo funcionan si los residentes tienen opciones de transporte alternativas. Y es trabajo de los planificadores urbanos rediseñar las calles para priorizar estos modelos.
Bolt ayuda a que prosperen las ciudades sin coches
En Bolt nos gusta imaginar un mundo en el que las ciudades se construyen para las personas, no para los coches particulares. La mayoría de los desplazamientos en la ciudad no requieren de coche propio. Por eso, Bolt ofrece la libertad de utilizar el transporte a la carta, con viajes flexibles en VTC, coches de alquiler compartidos, bicis eléctricas y patinetes.
Con la app de Bolt, puedes elegir el medio de transporte que mejor se adapte a la situación.
Bolt ha completado recientemente un proyecto de investigación en Berlín que determina el impacto que tiene tanto nuestra app multimodal como el transporte público en el objetivo de que sustituyan a los coches particulares en las ciudades.
Los resultados muestran que las opciones de viaje alternativas de Bolt pueden reducir significativamente la cantidad de vehículos a motor particulares y propiciar a que disfrutemos de ciudades más habitables en casi todos los sentidos. Así que no te lo pienses y descárgate la app de Bolt.