¿Y si un espacio público pudiera ser igual acogedor que tu casa?
Con más de la mitad del espacio urbano dedicado a infraestructuras para los coches, las ciudades se han convertido en pragmáticos entornos exclusivos para el desplazamiento.
Sin embargo, los estudios demuestran que la movilidad compartida puede reducir la necesidad de moverse en coche hasta en un 19 % y, como resultado, liberar espacio para que las ciudades estén más enfocadas a las personas. Serían casi como extensiones de una casa: como un salón, por ejemplo.
¿Qué aspecto tendrían? Te lo mostramos. Hemos creado la primera colección de mobiliario urbano del mundo hecha con piezas de coche reutilizadas.
Adéntrate en el Living Vroom
Pedimos a Interesting Times Gang, un estudio de diseño sueco, que imaginara qué pasaría si algo que desperdicia espacio pasara a ser algo que lo devuelve.
El resultado es Living Vroom, la primera colección de mobiliario urbano del mundo fabricada con piezas de coche reutilizadas. Desde el elegante sillón hasta el banco con forma de sofá y la farola floral que funciona con energía solar, cada elemento está diseñado para que te sientas como en casa. Además, estará abierto al público en la terraza de Paulinas KöK & Kakeri, en Estocolmo.
Nos hemos sentado con los diseñadores Sean y Alex para hablar de estos muebles y del futuro de las ciudades.
¡Hola, chicos! Contadnos cómo empezó el proyecto
Sean (Director de Innovación): Cuando Bolt nos habló de su visión de un entorno urbano más cómodo, una ciudad que te hiciera sentir como en casa, nos sentimos muy identificados. Era algo de lo que queríamos formar parte. La reutilización de materiales es algo que obviamente nos encanta hacer, pero este proyecto implicaba trabajar con residuos de la industria automovilística, algo que nunca antes habíamos utilizado.
Elegísteis airbags como uno de los materiales clave de la colección. ¿Por qué?
Sean: Como investigación para el proyecto, hicimos una escapadita a un desguace en Noruega. Nos topamos con materiales de gran calidad utilizados en interiores y asientos de coche, pero pronto nos dimos cuenta de que cada uno era diferente y de que no íbamos a disponer de un material homogéneo suficiente para crear una colección entera.
Entonces, Alex se topó con airbags detonados. Como siempre, se vino arriba. Corrió hasta un coche, pidió un cuchillo y empezó a sacar los airbags. Su estado original, con una suave textura de nylon y colores pastel, era una auténtica belleza.
Alex (Director de Diseño): Sí, los asientos, que fue lo primero que consideramos, tenían un estilo demasiado retrofuturista americano. Luego pensamos en utilizar piezas metálicas, pero hacían que todo pareciera como muy sacado de Mad Max. Nos dimos cuenta de que necesitábamos algo más neutro como punto de partida antes de transformarlo en lo que habíamos imaginado.
Una de las piezas más espectaculares de la colección Living Vroom es la lámpara de flor gigante. ¿Cómo surgió la idea?
Sean: Empezamos con la forma circular de un airbag y queríamos experimentar de distintas maneras. Se nos ocurrió que estas formas redondas podían transformarse en pétalos o flores y, como suele pasar, el resultado fue un feliz accidente.
Soy de la opinión de que hay que desafiar los límites e ir más allá para crear algo divertido y único. La emoción siempre surge de la incertidumbre. Cuando veo algo de lo que no sé qué pensar, lo que sí sé es que el resultado va a ser fantástico.
¿Habéis aprendido algo de las fases de investigación y diseño del proyecto Living Vroom?
Sean: Cuando llegamos a la planta de reciclaje, nos sorprendió ver que la mayoría de los coches tenían una antigüedad inferior a un par de años. No encajaban con la idea preconcebida que tenía de lo que era un coche que se aproximaba al final de su vida útil. Resultó ser algo muy interesante, porque hubo un tiempo en el que los coches se diseñaban para que sus propietarios pudieran repararlos fácilmente.
Con la aparición de los sistemas informáticos complejos, reparar coches resulta cada vez más difícil y caro. Como consecuencia, se acaba optando por la sustitución de vehículos en lugar de la reparación. Tal vez sea necesario establecer un marco, tanto a nivel político como gubernamental, para garantizar que los productos se diseñan teniendo en cuenta la posibilidad de poderse reparar.
Hablemos de nuestros entornos urbanos. ¿Qué pensáis que se podría mejorar desde el punto de vista del diseño?
Sean: La gente solía dar prioridad a la belleza en el entorno, incluso al aire libre. Pero en las últimas décadas nos hemos vuelto cada vez más pragmáticos y todo se hace para que sea barato. El diseño parece haber perdido importancia y se ha convertido en algo secundario en lugar de prioritario. Si nos fijamos en la arquitectura, es poco probable que volvamos a crear obras de arte como Notre Dame, la Sagrada Familia o la Torre Eiffel, ya que hemos dado prioridad a la función y el coste en lugar de a la belleza.
Alexander: Parece que ya no se nos anima a pasar tiempo al aire libre. El trayecto del punto A al punto B es algo puramente funcional, y las ciudades no se esfuerzan mucho en hacer que sea agradable. Mientras que algunos espacios, como pueden ser las cafeterías, crean ambientes acogedores para atraer a los clientes, los espacios públicos suelen carecer de este atractivo.
Por eso me gusta tanto nuestro enfoque para la colección Living Vroom. Creemos que las zonas públicas deben ser espacios acogedores y lúdicos que fomenten la interacción y las conversaciones espontáneas con otras personas.
Transformamos nuestras ciudades
Mientras que la mayoría de las ciudades se han construido para que los coches puedan llegar de A a B, en lugar de para que las personas las disfruten, Living Vroom sirve como recordatorio para reducir la velocidad, descansar o incluso iniciar una conversación con la gente que nos rodea.